sábado, 5 de octubre de 2019

5 mandamientos imprescindibles de la gestión financiera

Principios de la gestión financiera que no pueden olvidar los responsables financieros


Esta es la primera entrada que voy a hacer de una serie de artículos relacionados con las finanzas, negocios digitales, startups, fintech, temas que me apasionan tanto personal como profesionalmente, y de las cuales os intentaré dar mi opinión y experiencia en algunas ocasiones, y en otras, daros ciertas explicaciones técnicas, pero siempre intentaré tomar ejemplos de la realidad.

Precisamente, voy a comenzar con un artículo en el que expondré, como habréis podido leer en el título, 5 mandamientos de la gestión financiera, y que, por supuesto los profesionales financieros y no financieros no pueden, ni deben olvidar bajo ningún concepto. Sin más dilación, vamos a ello:

En tiempos de estabilidad o bonanza económica puede tomarse el riesgo de pasar por alto o no prestar demasiada atención a ciertos principios de gestión. Si hay algo que se le exige al departamento financiero es ser más proactivo que reactivo, por ello, es en esos momentos, es cuando preparada debe estar establecer las bases y tener previstos los escenarios necesarios por si llegasen momentos de inestabilidad.

Existe cierta controversia entre los economistas sobre la entrada de una nueva recesión en el año 2020. Problemas comerciales, tipos de interés jamás vistos anteriormente, todo ello indica que es el momento de revisar objetivos, estrategias y planes con motivo de estar preparado ante cualquier situación posible.

1. Ajustar crecimiento al potencial del mercado y los recursos de la empresa.


¿Han escuchado alguna vez la expresión morir de éxito? Muy resumidamente, si una empresa muere de éxito es debido a que no han determinado con exactitud el impacto del crecimiento en los recursos de la empresa. Todos quieren hacer crecer su empresa, pero no podemos dejar al margen cómo llevaremos a cabo las inversiones necesarias para acometer ese crecimiento.

El crecimiento que proponga nuestra estrategia debe estar perfectamente identificado en las finanzas de la empresa, y por ende, gestionado adecuadamente por los recursos disponibles.

2. Evaluar los riesgos.


En primer lugar, entenderemos como riesgo a la posibilidad de que los resultados reales sean inferiores a los que teníamos previstos. La empresa se verá afectada por riesgos internos, propios de la organización, y por otro lado, por riesgos del entorno en el que opera. Financieramente hablando, podemos gestionar dos tipos de riesgos: los riesgos financieros, y los operativos.

Como podrán imaginarse, los riesgos operativos son los relacionados con el negocio, clientes, proveedores, tecnologías…Y, los riesgos financieros son los que están relacionados con el tipo de cambio, de interés, y sobre la deuda a la que se somete la empresa. 

Ambos deben estar en el punto de mira del departamento financiero, y en conocimiento de la organización. 

3. Mantener una financiación adicional disponible para cubrir imprevistos.


Relacionada con la anterior, una buena previsión de las finanzas de la empresa nos permitirá conocer, o bien reducir el riesgo de que la empresa necesite financiación y no estemos preparados para ello. Si, decides acudir al banco, por un crédito, financiación de pagos, o por un préstamo, has de saber de que para mantener una buena relación banco-empresa las negociaciones deben empezar con tiempo de antelación. Con ello demostrarás una buena imagen de la gestión financiera, y sobre todo podrás empezar la negociación desde una posición favorable.

El modelo de FM-NOF es muy útil para detectar en qué momento del tiempo la empresa necesitará una financiación extra si fuera necesario. Si, tenéis curiosidad por él dejadme algún comentario, para realizar otro articulo sobre cómo elaborarlo.

4. Financiar inversiones de inmovilizado con fondos que venzan a largo plazo.


En este mandamiento, entraría en juego la estructura financiera de la empresa, ¿cómo se estructura tu financiación? 50-50, 70-30, 80-20 (equity-deuda). Hay empresas, como Barón de Ley, recientemente analizada por mis compañeros y amigos Alonso y Jorge, que tienen una política de deuda muy estricta y deciden financiarse con los beneficios que ésta genera. Sea cual sea tu estructura, debes tener claro que las inversiones de inmovilizado se financian a largo plazo. 

Lo lógico es que éstos activos tarden un tiempo en generar flujos positivos a la empresa, por lo que es conveniente que hasta que ese momento llegue el importe al que tiene que hacer frente la empresa por su financiación sea el menor posible. Además, esto dará estabilidad financiera a la empresa. En el caso de que tu empresa financiase su activo no corriente con financiación a corto plazo, correría el riesgo de no generar el suficiente flujo para hacerle frente generándose un grave desajuste financiero.

5. Control y gestión de los costes.


Por último, y no por ello menos importante, el impacto de las medidas de control y de la gestión de sus costes pueden determinar el éxito o el fracaso de una empresa.

Analiza tu empresa, confecciona modelo de control, esta metodología debería servirte mejora si los resultados que obtienes no son los que esperabas.

Hasta aquí, mi primera entrada en el blog. No dudes en comentar cuales son tus mandamientos, o si quisieras compartir el impacto de alguno de ellos en tu experiencia profesional. Hasta la próxima.

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